Soy Sandra, mamá, Partera Universitaria (Matrona) y Educadora Perinatal y tanto mi experiencia personal de haber traído naturalmente un hijo al mundo, como la profesional acompañando mujeres en sus partos por mas de 21 años, me han marcado profundamente. Es por eso que actualmente me dedico a dar Cursos de Preparación para el Parto y quiero compartir con la mayor cantidad de personas, información basada en evidencia acerca del parto natural y la forma de hacerlo una experiencia mas humanizada.
sábado, 16 de enero de 2010
Nace Parto Pleno
Este proyecto se consolida después de varios años de buscar el espacio , los contenidos y las personas adecuadas para dar el mejor servicio posible..“PARTO PLENO”, es un Centro Integral de Preparación y Acompañamiento Profesional para el Parto, creado y dirigido por su servidora, Sandra Narváez Pulgar, que aporto mis 20 años de experiencia profesional, al servicio de las parejas embarazadas que están buscando un camino más natural para la llegada de sus hijos/as. Para ello he diseñado un curso de Preparación para el Parto que les permita a los futuros padres, además de obtener información seria, actualizada y basada en evidencia científica, explorar sus emociones, sus temores y sus dudas, dándoles la seguridad y la confianza necesarias para decidir de forma responsable la forma en que quieren traer al mundo a sus hijos. Además, ofrezco mis servicios como acompañante profesional en el parto, para aquellas parejas que deseen contar con un apoyo profesional, humano y cálido, durante todo el proceso de parto y post parto, ya sea que hayan decidido dar a luz en casa o en un Hospital.
Por último, he invitado a participar como asesores del Centro, a un destacado grupo de profesionales médicos, que enriquecen cada curso con sus conocimientos y experiencia en “Parto Humanizado".
¿Qué servicios ofrece PARTO PLENO?
Cursos de Preparación Para el Parto:
Tenemos un curso a tu medida.
• Curso tradicional: 12 semanas, sesiones grupales.
• Cursos Intensivos: 2 semanas, sesiones individuales
• Clases individuales: tema a elección.
• Cursos particulares por videoconferencia, con 2 clases presenciales.
Acompañamiento en el parto (doula)
¿En qué consiste el acompañamiento en el parto?
Damos apoyo durante todo el proceso del trabajo de parto, parto y post parto:
Durante el trabajo de parto, damos apoyo emocional, aclaramos dudas, ayudamos al manejo del dolor con la utilización de medidas no farmacológicas, así como también a la madre y su pareja a estar cómodos en todo momento, procurando un ambiente apropiado en que se respete su intimidad y privacidad.
Colaboramos con los profesionales que asisten el parto (partera, médico), ya sea este en casa u hospital. Una vez producido el parto, ayudamos al establecimiento precoz de la lactancia, facilitando el vínculo y apego madre – hijo.
Una vez en casa, te visitamos para ayudar con las técnicas de lactancia y cuidados del recién nacido. Estamos disponibles telefónicamente, para todas las consultas y dudas que surjan.
Asesoría en Planeación del Parto:
Proporcionamos toda la información necesaria acerca de las distintas opciones de parto natural:
- Parto en agua,
- Parto vertical,
- Parto en casa,
- Parto humanizado,
- En hospital,
- etc.),
Para que puedan planificar su parto y el nacimiento de su hijo/a considerando todos los elementos necesarios para ello.
Asesoría en Lactancia
En caso de requerir apoyo con la lactancia en cualquier momento del período de amamantamiento, realizamos una visita domiciliaria para evaluar la técnica y situaciones especiales y dar el asesoramiento correspondiente.
Grupos de Post Parto
Realizamos reuniones en las que mamás con sus bebés, comparten experiencias, dudas y vivencias acerca de la aventura de ser madres.
Talleres
Regularmente realizamos cursos y talleres sobre temas relacionados con el embarazo, parto y post parto, en que invitamos a profesionales con vasta experiencia en dichos temas. (retorno al trabajo y lactancia, primeros auxilios, almacenamiento de células madre, etc.)
Productos Relacionados
Contamos con productos de calidad para mamás y bebés. (Cosméticos, accesorios y otros).
Quedan todos cordialmente invitados a conocer PARTO PLENO, para informes e innscripciones pueden llamar al 56826254 o escribir a partopleno@gmail.com (correo temporal), estaré encantada de atenderlos.
Lic. Sandra Narváez Pulgar, Parto Pleno
viernes, 6 de marzo de 2009
APEGO Y VINCULO
Vínculo es todo aquello que nos une a otro, que hace al otro significativo.
Apego puede ser sinónimo, pero algunos lo reservan para el vínculo cuidador-niño, y otros sólo al vínculo del nacimiento.
Tan importante como el pensamiento, por el cual nos autodenominamos Homo Sapiens, es nuestra capacidad de generar vínculos y apego. Constantemente buscamos a los demás y nos enamoramos, emparejamos, formamos familias, grupos, comunidades y sociedades.
El pensamiento se enriquece y estimula con los aportes del sistema límbico en la interpretación del mundo y la orientación que le imprime, y retribuye con la búsqueda conciente de las mejores condiciones para el placer y la expresión de las emociones.
En equilibrio y armonía son fuente de felicidad y salud, y expresan nuestra capacidad de amar.
La desarmonía, en cambio, genera desadaptación, patología y dificultades en la expresión del amor (violencia y depresión).
Vínculo madre-bebé
Las estructuras del cerebro se desarrollan y conectan fundamentalmente durante la gestación y primeros años de vida, cuando madre y bebé conviven en estrecha relación.
El vínculo que establece una madre, familia y sociedad con sus bebés en formación determinan los cuidados del período y definen gran parte de la forma de ser, pensar y amar de los individuos.
Las sociedades promueven la interrelación, pero sus costumbres, creencias y rituales pueden favorecer o alterar el vínculo, determinando los grados de cohesión y violencia social. Las culturas que promueven el vínculo (lactancia prolongada, crianza conjunta, etc.) tienen menos violencia.
Gestación y nacimiento del amor
Madres y bebés estamos biológicamente vinculados desde muy temprano. Lo que nos ocurre durante esta intensa relación determina lo que seremos como personas.
Siendo aún un feto de 3 meses, la mujercita tiene todos sus oocitos (huevitos de los ovarios con sus ADN). La mujercita los lleva durante todo su desarrollo fetal, infantil y adolescente, y algunos maduran a óvulos durante su vida fértil. Son todos sus posibles bebés futuros. Madres y (posibles) bebés comparten las experiencias del desarrollo y se ven afectados por ello.
La alimentación, educación, afecto, y estímulos que reciban, las harán mejores madres, más sanas, y mejor vinculadas con sus bebés.
El ambiente social y los juegos de habilidades y rol (papá y mamá, muñecas que den pecho y no mamaderas, etc.), favorecerán el desarrollo del vínculo.
En la adolescencia, la libertad y el apoyo que reciben, con canales de comunicación adecuados, son esenciales para la definición de habilidades e intereses, y la elección de amistades y parejas. La conciencia del vínculo tempranamente presente puede y debe ser una guía para la crianza.
Una gestación planificada vs. una gestación no buscada o no deseada no da lo mismo. La diferencia está en el vínculo. La mujer que decide tener un bebé opta por una alimentación y vida más sana, evita sustancias nocivas, controla su salud, y vive un estado anímico que favorece la liberación de sustancias que pueden influir positivamente en la fecundación, nidación y desarrollo del embrión en el útero.
Los estudios de bebés no deseados, o que no consiguen establecer un vínculo adecuado con su madre, muestran menor desarrollo, patología más frecuente, maltrato y abandono, con mayor riesgo de suicidios, violencia y delincuencia. Para la mujer, es una situación dolorosa que puede conducir a depresión u otros trastornos. Decidir tener un bebé, es decirle: “te quiero” por primera vez, y favorecer desde ya su crecimiento.
Durante la gestación, la comunicación madre-bebé es más intensa y evidente. El feto puede percibir sonidos, movimientos, tacto y dolor, oler, gustar y ver en la penumbra del útero. Aprende y recuerda. Madre y bebé reciben juntos los estímulos, y comparten reacciones y emociones a través de las sustancias liberadas en la sangre. El bebé conoce así a su madre y, a través de ella, el mundo que les rodea.
Si hay salud y armonía, la madre transmite mensajes coherentes con lo que sucede, el bebé aprende de ello, y se estimula el crecimiento cerebral en presencia de sustancias positivas para el desarrollo como dopamina, serotonina y occitocina.
En situaciones de stress intenso y prolongado, se libera cortisol, que puede retardar el crecimiento cerebral. La mujer puede descuidar la salud y su vinculación afectando al bebé. Las consecuencias de situaciones que ocurren durante los períodos de formación pueden ser permanentes, lo que se llama programación.
El bebé por nacer
La ocitocina provoca las contracciones durante el trabajo de parto. Simultáneamente libera endorfinas, que disminuyen el dolor, y estimula el vínculo que ayuda a soportarlo. Madre y bebé responden al dolor liberando adrenalina que controla las contracciones, permitiéndoles buscar posiciones y condiciones más favorables. Ambos, coordinados y comunicados en su fisiología, pueden controlar y dirigir el avance. Requieren un ambiente favorable, libertad de movimiento, compañía apoyadora.
El miedo, ansiedad o un ambiente inadecuado pueden alterar esta relación, y el dolor transformarse en sufrimiento. Para manejar el dolor se recomiendan masajes, música, inmersión en agua, etc. La anestesia impide el movimiento, obliga al uso de occitocina endovenosa que no tiene efecto vincular, y desconecta a madre y bebé, aumentando los nacimientos por cesárea y fórceps.
El efecto de las hormonas se va acumulando durante el trabajo de parto. Madre y bebé se sienten unidos en una ardua tarea que los compromete en todas sus dimensiones. En las inducciones, cesáreas, o ambientes inadecuados no se dan las condiciones para conseguir esta situación.
El efecto hormonal del trabajo de parto alcanza altos niveles en el nacimiento, en que se agrega prolactina, ACTH, noradrenalina, entre muchas otras. Este “coctel” hormonal termina de generar un estado de madre y bebé ideal para una situación de apego, un reencuentro de amor al nacer, donde puede establecerse un vínculo clave para las futuras relaciones de afecto.
Bajo estas condiciones de apego se manifiesta una extensa liberación de sustancias que favorecen la adaptación, la termorregulación y la lactancia. Los bebés se adaptan mejor, tendrán mejor desarrollo y menos enfermedades (infecciones, ictericia, apneas, etc.). Madres y padres les brindarán mejores cuidados.
No debemos interferir este momento si no es estrictamente necesario. Toda la atención médica rutinaria puede posponerse al menos una hora. Anestesia y cesáreas dificultan este momento, requiriéndose más esfuerzo para el reencuentro. En la lactancia, donde se comparte nuevamente las hormonas del amor en íntima unión, el vínculo se renueva y desarrolla.
El bebé aprende a satisfacer sus necesidades biológicas en un ambiente de amor (muy útil en el despertar sexual) y se asegura el buen cuidado de una madre dispuesta a contenerlo y educarlo en los importantes primeros años de vida.
Una historia de vínculo positiva, se asocia a apegos seguros en la infancia. Los bebes con apegos inseguros tienen mayores probabilidades de dificultades en sus relaciones adultas.
Algunas palabras Finales
1.- El vinculo madre-bebé es un proceso continuo en la vida. Las circunstancias aisladas donde no se han dado las mejores condiciones para su expresión, siempre pueden recuperarse.
2.- En el vínculo madre-bebé se define gran parte de lo que somos como personas y como sociedad. La desigualdad social y de género en nuestro país, donde un 70% de los niños sufren maltrato, violencia intrafamiliar y delincuencia, nos muestran un alto grado de violencia social, y nos obligan a mirar y revisar atentamente como estamos cuidando la formación y desarrollo del vínculo.
"Pongamos amor al nacimiento para que nazca el amor."
Extraído charla Neonatólogo Raúl Ortega W, Noviembre 2008.
Nuestr0 parto, Relacahupan CHILE http://www.nuestroparto.cl/?p=80
lunes, 13 de octubre de 2008
LAS ETAPAS DEL PARTO
Primera: DILATACIÓN
Segunda: EXPULSIVO
Tercera: ALUMBRAMIENTO
Cuarta: RECUPERACIÓN
PRIMERA ETAPA DEL PARTO: DILATACIÓN O TRABAJO DE PARTO
Trabajo de Parto:
Modificaciones del Cuello Uterino o Cérvix:
- Borramiento: Consiste en el acortamiento, adelgazamiento y ablandamiento del cuello uterino. Las paredes del cuello uterino, que durante el embarazo han sido de consistencia dura, se ablandan gradualmente al hacerse mas frecuentes las contracciones. Se adelgaza hasta adquirir el aspecto de un delgado papel y pasa de un grosor de 2 cm. a uno de no más de 5 mm. También el conducto cervical se acorta de 3 a 0 cm., en este caso se habla de un cuello o cérvix completamente borrado.
- Centralización: Concomitantemente al borramiento, se produce un cambio de posición del cérvix, que de estar ubicado hacia la pared posterior de la vagina, se va centralizando, hasta orientarse en la misma dirección que el canal del parto, es decir, en la misma dirección que el conducto vaginal.
- Dilatación: La dilatación del orificio cervical es un proceso gradual, que evoluciona hasta alcanzar en promedio 10 cm. de diámetro. La única forma de evaluar esta la dilatación, es a través de un tacto vaginal.
De acuerdo a las diferentes características que presentan las contracciones a lo largo del período de dilatación, es que se ha dividido esta etapa en tres fases:
*Pródromos o Falso Trabajo de Parto
1.- Fase Latente,
2.- Fase Activa,
3.- Fase de Transición.
Aunque el Pródromos no está considerado como una fase de la primera etapa del parto, es importante definirlo, pues un gran número de mujeres lo experimenta. Cerca del término del embarazo, durante la preparación del útero para el trabajo de parto, las mismas contracciones no inductoras de dilatación que han estado presentes durante la gestación (contracciones de Braxton Hicks), se hacen más frecuentes (sobre todo en las mujeres que están en su primer embarazo y en las que están en el cuarto o posterior) y reciben el nombre de trabajo de parto falso o pródromos de parto, el cual puede aparecer unas horas, unos días e incluso un par de semanas antes del trabajo de parto verdadero o de plano no aparecer. Las contracciones que se presentan son por lo general irregulares, de baja intensidad, ceden al caminar o cambiar de posición y no se regularizan ni aumentan de intensidad y frecuencia en forma paulatina. Estas contracciones pueden estar presentes desde un par de horas hasta un día completo, pero no suelen provocar dilatación ni modificaciones cervicales de consideración. En la tabla siguiente se puntualizan las diferencias entre las contracciones de trabajo de parto falso y verdadero.
Lo más importante antes de describir las características de cada fase, es conocer el significado de la sigla D.I.F:
D: Duración;I: Intensidad;F: Frecuencia
1.- Fase Latente:
- Duración: ± 8 hrs.
- Duración de las contracciones: cortas ± 20 – 30 seg.
- Intensidad baja a moderada.
- Frecuencia baja, intervalos mayores a 5 minutos.
- Dilatación de 0 a 3 cms.
- La embarazada no experimenta grandes cambios emocionales ni físicos durante este período, aunque suele estar muy emocionada por la proximidad del término de su embarazo.
¿Qué hacer?
- Permanecer tranquilos.
- Comer lo que apetezca.Ingerir líquidos.
- Descansar todo lo que sea posible.
- Dormir si es de noche.
- Hacer vida normal si es de día.
¿Qué NO hacer?
- No ir al hospital.
- No llamar a familiares y amigos todavía, pues aún faltan varias horas.
2.- Fase Activa:
- Duración ± 4hrs.
- Duración: Contracciones duran aprox. 60 seg.
- Intensidad: Contracciones de mayor intensidad.
- Frecuencia: Tres contracciones en un lapso de 10 minutos.
- Dilatación entre 3 y 7 cms.
- La mamá está concentrada en el avance del trabajo de parto.
¿Qué hacer?
- Deben procurar estar cómodos.
- Cambiar constantemente de posición.
- Utilizar todas las herramientas aprendidas en sus clases.Intentar orinar frecuentemente aunque no haya deseos.
- Comer; idealmente alimentos fáciles de digerir (helados, yogurt, pasas, almendras, fruta, etc.)
- Ingerir líquidos, (el hielo y los líquidos fríos son más apetecibles).
- Evitar que distraigan o molesten a mamá durante la contracción.
NOTA: Cuando hayan transcurrido 2 o 3 horas en fase activa, es conveniente trasladarse al hospital. Mantener contacto constante con el equipo médico. Procuren no llegar solos al hospital.
3.- Fase de Transición:
- Esta fase tiene una duración aproximada de 45 minutos en el primer parto y de 20 minutos cuando se trata del segundo parto o posteriores.
- Duración de la contracción: hasta 90 segundos.
- Intensidad de las contracciones: muy intensas. A veces tienen mas de un pico de intensidad.
- Frecuencia: Son muy seguidas y puede dar la sensación de que se juntan.
- Dilatación: entre 7 y 10 cms.
- Pueden o no presentarse algunos síntomas como: sensación de nausea, vómito, sensaciones contradictorias, como frío, calor, sudoración y escalofríos.
- Puede sentirse cansancio y sueño, sensación de desvanecimiento.Al final de esta fase puede haber una sensación de pujo no muy definida que acompaña las contracciones.
- La madre está contrariada, cansada. Cambia bruscamente de estado de ánimo. El trabajo de parto parece no tener fin y expresa deseos de no continuar.
- Se siente sola.
- También es posible que manifieste algunas conductas infantiles.
¿Qué hacer?
- Ambos deben estar tranquilos, convencidos y confiados en que la mamá puede hacerlo.
- Entender que la mujer está pasando por una fase difícil y desgastante tanto física como emocionalmente.
- Es importante dar apoyo emocional y físico. Para esto hay que estar atento a las necesidades de la madre.
- Usar frío o calor local, masajes, puntos de acupresión, cambios continuos de posición, aromaterapia, vocalización, en resumen, hacer lo que el cuerpo de mamá vaya solicitando.
- Procurar el máximo de privacidad para la mujer.
- Procurar que nadie distraiga o moleste a mamá durante las contracciones.
- Dar ánimos y asegurarle a la mujer que el trabajo de parto va a acabar pronto y que lo está haciendo muy bien.
- Intentar que la madre aproveche los lapsos entre contracción para descansar y relajarse.
SEGUNDA ETAPA DEL PARTO: EXPULSIVO
- Contracciones concomitantes a sensación de pujo.
- Aumenta un poco el intervalo entre contracciones con respecto a las de la fase de Transición. Pueden alejarse hasta 3 minutos entre una y otra.
- La dilatación completa o 10 cm.
- En algunas mujeres, se presenta al inicio de esta etapa un período de latencia en el cual las contracciones desaparecen por completo. Esto puede tener una duración de ± 20 minutos.
- Es fundamental reconocer y respetar sin intervenir esta etapa, pues le permite a la mujer descansar y recuperar fuerzas para continuar con su proceso de parto.
- Duración de esta etapa: máximo 2 horas.
- La madre está mas tranquila y muy concentrada en el próximo arribo de su hijo.
- El bebé desciende a través del canal del parto durante esta etapa y para presentar siempre sus diámetros menores a la pelvis materna, realiza una serie de movimientos de adaptación y acomodamiento llamados movimientos cardinales, que son el resultado de la acción de las contracciones uterinas, la contracción de los músculos abdominales y el diafragma (descenso, flexión, encajamiento, rotación interna, extensión, rotación externa y expulsión). Este descenso se evalúa a través de un examen vaginal y se mide mediante los llamados planos de Hodges (son cuatro a lo largo del canal de parto, el primero coincide con la entrada de la pelvis y el cuarto es la salida a nivel vulvar).
- Cuando la cabeza del bebé se apoya sobre el periné y lo distiende asomando a través del introito vaginal, decimos que está “coronando”. La coronación, puede producir en algunas mujeres una sensación de ardor intensa, pero corta, sólo dura algunos segundos y algunos profesionales lo denominan “cinturón de fuego”. Para evitar una salida demasiado brusca del bebé, se recomienda soplar y jadear en este momento para hacer mas suave la salida de la cabeza fetal.
- Una vez que ha salido la cabeza del canal del parto, quien asiste a la mujer (médico, partera) revisa el cuello del bebé para determinar si existen circulares (vueltas del cordón umbilical alrededor del cuello). Si existen, serán retiradas en ese momento.
Luego que la cabeza sale del canal del parto, gira hacia la posición en que se ubicó originalmente en el canal de parto, para dar salida a continuación a los hombros, luego al tronco, la pelvis y las extremidades inferiores.
¿Qué hacer?
- Buscar la posición más cómoda para el parto, probar todas. Las más recomendables son siempre las posiciones verticales y por el contrario, la de litotomía (de espaldas con los pies sobre cabestrillos), es la menos favorable.
- Procurar la comodidad y confort de la mujer durante todo el proceso.
- Dar ánimos y apoyar mucho.
- Lo ideal es pujar en forma espontánea y evitar maniobra valsalva.
TIPOS DE PUJO
Espontáneo: Es aquel que como su nombre lo indica, va a ser ejecutado por la mujer de manera espontánea si se le permite, cuando presenta dilatación completa y tiene deseos incontenibles de empujar. En este tipo de pujo, la cantidad de esfuerzos y el intervalo entre ellos en cada contracción, lo determina cada mujer y lo realizan con la glotis abierta, inhalando y exhalando aire mientras empujan. Cada esfuerzo de pujo suele durar entre 10 y 20 segundos.
Dirigido: Aquel que se realiza con los pulmones llenos de aire y con la glotis cerrada por el mayor tiempo que sea posible sin inspirar (maniobra de valsalva). Esto aumenta en forma desmesurada la presión intratoráccica, lo mismo que puede alterar la circulación sanguínea a nivel útero placentario, con el consiguiente riesgo de hipoxia para el feto. No se recomienda, a menos que sea necesario apurar el expulsivo por alguna causa justificada.
DESGARROS PERINEALES: Como su nombre indica, es la rotura espontánea de los tejidos perineales, pudiendo afectar al esfínter del ano y la mucosa rectal. Mucho se ha dicho que la realización de episiotomías en forma rutinaria (corte realizado al tejido perineal con la finalidad de ensanchar la salida vaginal; se realiza en el período expulsivo con la ayuda de unas tijeras y afecta a la piel, la mucosa y el músculo) es la mejor forma de evitar los desgarros perineales. Sin embargo hoy en día hay evidencia científica que refuta esto y en algunos casos asegura que su uso indiscriminado incrementa el daño perineal y, consecuentemente, la morbilidad de la mujer. Y, aunque la episiotomía reduce el riesgo de los desgarros anteriores, lo hace a expensas de una elevadísima morbilidad debido al daño posterior que origina. (Woolley, R.J.: Benefits and risks of episiotomy).
Hay varios factores que influyen en el que se produzca o no un desgarro perineal: El estado nutricional, el tamaño del bebé, la tonicidad del tejido perineal, etc. En investigaciones científicas recientes, se ha visto que hay prácticas que previenen estos desgarros, dentro de ellas el permitir a las mujeres pujar en forma espontánea sin el uso de la maniobra de valsalva, el masaje perineal durante el embarazo, la posición en cuclillas para el expulsivo, práctica de los ejercicios de Kegel, pujar suavemente en el momento de la coronación y salida de la cabeza fetal y sobre todo, el respeto de los tiempos del parto.
TERCERA ETAPA DEL PARTO: ALUMBRAMIENTO
Expulsión de la placenta: Esta etapa comienza inmediatamente después del nacimiento del bebé y termina con la expulsión de la placenta. El útero disminuye de volumen, la madre siente alivio, inicialmente disminuyen las contracciones, luego se reanudan con mayor intensidad y frecuencia, pero indoloras ya que no dilatan el cuello cervical. Producto de las mismas contracciones uterinas, la placenta y las membranas se desprenden, la mayor parte de las veces desde el centro de la placenta (Mecanismo de Baudelocque-Schultze 93%), luego la placenta desciende a través del canal del parto debido a su peso, las contracciones uterinas y el hematoma retroplacentario (colección sanguínea que se forma en el sitio de desprendimiento de la placenta). Por último, la placenta es expulsada al exterior por efecto del pujo y la contracción de la prensa abdominal. Por lo general la duración de este proceso fluctúa entre 10 minutos y una hora.
El médico NO debería hacer nada para acelerar este proceso, sólo se debe esperar hasta que la placenta se desprenda y sea expulsada en forma espontánea. Lamentablemente, esta etapa, al igual que las demás, suele ser objeto de intervenciones innecesarias. Dentro de éstas, el uso de un bolo endovenoso de occitocina sintética (alumbramiento dirigido), para estimular intensamente la contractilidad uterina y así apresurar el desprendimiento de la placenta y en otros casos, maniobras como la de Credé, que consiste en exprimir el útero en dirección a la vagina, con el pulgar en la pared anterior del útero y el resto de los dedos en la pared posterior, a través de los tejidos abdominales, con la misma finalidad.
REVISIÓN DEL CANAL DEL PARTO:
Si se llevó a cabo una episiotomía, este es el momento en que hay que suturarla. Por otra parte, los pequeños desgarros o cortes que sólo afectan la piel y las mucosas de la vulva o la vagina, cicatrizan normalmente y no requieren de sutura. Sólo si el desgarro es más extenso y afecta músculos vaginales, se suturará, para asegurarse de que cicatricen y para evitar hemorragias.Es posible que el médico utilice algún instrumento para poder entreabrir el conducto vaginal y poder observar de manera acuciosa todo el canal del parto, para asegurarse de que los tejidos estén intactos.
Sandra Narváez Pulgar (Lic. en Obstetricia y Puericultura y Matrona por la Universidad de Chile)
Publicado en: http://www.partolibremexico.org/embarazo_parto.php
miércoles, 18 de junio de 2008
NACIENDO POR PARTO
El vocablo parto proviene del latín “Partus” y se define como el proceso mediante el cual el producto de la concepción y sus anexos son expulsados del organismo materno a través de la vía genital, y se admite como parto cuando la mujer cuenta con un embarazo mayor de 20 semanas y el feto un peso mayor a los 500 grs.
La reproducción de la especie humana desde sus inicios, se realizó de la forma que la conocemos hoy y por ello, el parto era comprendido como un fenómeno natural. A lo largo de la historia, se cuenta con verdaderos tratados médicos que hablan de Ginecología y Obstetricia, describiendo cada vez con más exactitud el mecanismo de dicho acontecimiento. También es un hecho que en las diferentes culturas, ya sea hindú, egipcia, griega, romana o china, se habla de otra forma de nacimiento, a la que llamaron operación cesárea, realizada cuando la madre había fallecido o se encontraba a punto de morir, en un intento por salvar al producto y que consistía en realizar un corte a través de la pared abdominal (del latín “caedere”, cortar) y que quizá es la más antigua de las operaciones. Sin embargo, esta práctica en una mujer viva se describió hasta el siglo XVI, y a partir de entonces ocupa con mucho el primer término de las operaciones quirúrgicas obstétricas.
¿Cuáles son los beneficios o los riesgos para el producto de una u otra forma de nacimiento? Porque está muy claro que la forma natural de nacimiento es el parto, y que la operación cesárea se debería de realizar únicamente cuando la primera no es posible (indicaciones absolutas y relativas). En otros términos, la cesárea debiera ser un método de excepción para reducir la morbi/mortalidad perinatal, y no está sucediendo así. La cifra estadística muestra un rápido incremento en la frecuencia de cesárea, siendo una de las justificaciones, la disminución progresiva en la mortalidad perinatal, lo cual resulta aún controvertido. Baker y D’Alton reportan que el riesgo de muerte materna por cada cien mil nacimientos fue de 22.3 para cesárea y 10.8 para nacimientos por vía vaginal, aunque se redujo a 5.8 por cada cien mil cuando la muerte fue directamente atribuible al acto quirúrgico. En cuanto a mortalidad neonatal, ésta se ha reducido de 23/100 en 1964 a 16.3/1000 en 1975 y a un 2.2 a 15% en la actualidad, dependiendo del tipo de estadística analizada, si es corregida o no, la clase de pacientes que comprende la indicación, si son cesáreas de urgencia o programadas, si es el producto es de término o no, etc. Igualmente también depende de la institución hospitalaria en donde se lleva a cabo la cirugía, el equipo con el que cuenta, la capacitación del personal, etc.Así pues, podría pensarse que mueren más niños de los nacidos por vía abdominal que por vía vaginal. Sin embargo, debemos de tomar en cuenta que en la cesárea hay un padecimiento que indica la cirugía y que sin duda actúa desfavorablemente sobre el feto.
¿Cuál es el beneficio del parto para el recién nacido? El proceso de trabajo de parto favorece que el recién nacido haga una rápida transición desde su dependencia con la placenta para el intercambio gaseoso, a una total realización del mismo con su propio sistema respiratorio, dándose varios cambios en forma simultánea en el parto en sí. Para comprender mejor esto, recordemos la fisiología respiratoria y circulatoria de la vida intrauterina. En ésta última, los sacos alveolares se encuentran llenos de líquido pulmonar y los vasos capilares pulmonares llevan poca sangre por encontrarse parcialmente cerradas las arteriolas, lo cual hace que una gran cantidad de sangre se desvíe a través del pulmón y del conducto arterioso. Durante el paso del neonato a través del canal vaginal, se inicia la eliminación del líquido pulmonar.
Al nacimiento, diversos estímulos bioquímicos, térmicos, tactiles, provocan la primera respiración, al igual que la oclusión del cordón umbilical. Ésta inspiración lleva aire a los sacos alveolares, que se mantienen insuflados gracias a la presencia del surfactante. Así pues, se expande el lecho vascular pulmonar y sale el líquido pulmonar restante al sistema linfático. Las arteriolas se abren, favoreciendo el paso de la sangre a través del sistema vascular pulmonar y con ello el cierre fisiológico del conducto arterioso que comunicaba a la aorta con la arteria pulmonar y separando circulación derecha e izquierda.
Cuando éste proceso no ocurre o se ve interrumpido, produciéndose hipoxemia, se mantiene éste conducto arterioso permeable y puede acompañarse de vasoconstricción pulmonar, dando origen a cortocircuito venoso-arterial. En esto se basa el síndrome de dificultad respiratoria que puede ser solo un retraso en la adaptación cardiopulmonar, o taquipnea transitoria del recién nacido. Este síndrome se presenta en alrededor del 25% de los niños extraídos por cesárea, es decir en 1 de cada 4 cirugías. De ellos, muere uno de cada quince (6.8%)
Un aspecto importante que se ve favorecido en el nacimiento por parto, es el apego materno- infantil temprano. La primera hora del recién nacido es indudablemente una de las fases más criticas de su vida, teniendo un papel preponderante en ella las hormonas circulantes como oxitocina, prolactina, endorfinas, adrenalina, etc., que permiten que en este “período sensible”, desde el punto de vista etológico, se lleve a cabo un intercambio gratificante de sensaciones y actitudes entre la madre y el hijo. En dicho periodo, se mantiene el alerta y el contacto visual, así como el físico piel a piel.
También es posible iniciar la lactancia natural aprovechando el reflejo de succión del recién nacido y el de eyección láctea de la madre. Se ha documentado que esta práctica influirá en la duración y éxito del amamantamiento.
Finalmente, no hay que perder de vista que el cuidado perinatal se debe de centrar en las familias y debe dirigirse no solo a las necesidades de la mujer y de su hijo, sino también de su pareja, favoreciendo la atención integral en cuanto al aspecto intelectual, emocional, social, y cultural, y no solo al biológico, tal y como lo promueve la OMS.
La meta por lograr que el nacimiento humano sea por parto en 85% a 95% de los casos y solo en 5% a 15% por cesárea, se ve lejana en nuestro mundo actual, donde el uso excesivo de tecnología, o la aplicación de tecnología sofisticada es el común, aún cuando procedimientos más simples suelen ser suficientes o superiores.
BIBLIOGRAFÌA:
DR. JUAN JOSÉ ALMARAZ (PEDIATRA INTERNISTA)
jueves, 20 de marzo de 2008
PARTO NATURAL
Pero parto natural no es simplemento un parto “sin”, sino aquel que se produce gracias a la maravilla de la fisiología, y en el que los procedimientos obstétricos se aplican únicamente en caso de necesidad. Es lo opuesto al parto medicalizado, atendido por la obstetricia convencional, en el cual la tecnología sustituye la fisiología de la mujer, desvirtuando la experiencia del nacimiento, y generando riesgos innecesarios para la madre y el bebé. En el primer caso la técnica está al servicio de la naturaleza, en el segundo, la naturaleza es doblegada por la técnica. Las tasas de cesáreas en los países y hospitales que respetan los procesos naturales no suelen superar el 10%. Cuando la asistencia es de corte intervencionista, la tasa de cesáreas siempre es superior.
No es posible asistir dignamente a una mujer parturienta sin comprender la verdadera naturaleza del parto: es un acontecimiento involuntario, tanto como el sueño o el orgasmo, aunque mucho más complejo. Todos sabemos lo que ocurre cuando uno trata de controlar o dirigir mentalmente estos procesos: simplemente no ocurren. La sola pretensión de controlar un proceso involuntario lo inhibe, y eso es lo que sucede con el parto hospitalario. Ese es el motivo por el cual cuando la mujer llegar al hospital, la dilatación a menudo se estanca. Cuando el parto se inhibe, se prepara el terreno para todo tipo de procedimientos que sustituyen la función de una naturaleza que en estas condiciones, obviamente, no puede funcionar: estimulación con oxitocina, episiotomía, anestesia, fórceps, cesáreas innecesarias … se sustituye un proceso natural sofisticado y sabio por un conjunto de técnicas encaminadas a resolver los problemas a menudo creados por ella misma. Y también para someter un proceso con un ritmo propio al ritmo acelerado que establece el hospital.
Dice Michel Odent que de las muchas preguntas que se hacen los estudiantes de obstetricia hay una que continúa ausente de los planes de estudios. Esa pregunta es ¿Cuáles son las condiciones idóneas para un parto fluido?
Intimidad, seguridad y apoyo emocional.
Lo mejor que podemos hacer para favorecer un proceso involuntario es conocer y crear las condiciones idóneas para que se produzca solo. Puede resultar paradójico que la única forma de “humanizar” el parto sea recapitulando el hecho de que somos una especie “mamífera”. El parto es un acontecimiento instintivo, llevado a cabo por nuestro cerebro mamífero, y en el que la participación de nuestra mente racional tiene un efecto contraproducente. Lo más que se puede hacer es rendirse a la experiencia y permitir que ocurra, para lo cual el ambiente en que transcurre y la calidad humana y actitudes de los asistentes es esencial.
Ese cerebro mamífero primitivo es también nuestro cerebro emocional (sistema límbico). Es una constante en todas las especies mamíferas que la parturienta necesita una atmósfera de intimidad y recogimiento, de seguridad física y emocional, que le permita entrar en el estado de consciencia especial propio del parto. Cuando este estado de intimidad se impide, cuando una hembra mamífera se siente amenazada, o incluso indiscretamente observada, el parto se interrumpe: las hormonas del estrés inhiben las hormonas del parto.
Esto pone de relevancia la enorme importancia del estado emocional de la madre y cómo influye en él el soporte emocional y el trato que recibe, así como las condiciones y el ambiente en que transcurre el parto. La forma en que se trata a la mujer de parto puede condicionar totalmente su progreso. Por ello, las primeras recomendaciones de la OMS no se refieren a los aspectos técnicos, sino emocionales y psicológicos: Debe fomentarse una atención obstétrica crítica con la atención tecnológica al parto y respetuosa con los aspectos emocionales, psicológicos y sociales del parto.
Ambiente y entorno apropiado.
El parto es dirigido por el cerebro mamífero (emocional), pero inhibido por el neocórtex (racional). Decía Michel Odent que es suficiente preguntar a una mujer su número de la seguridad social para que el parto se interrumpa. Debe pues evitarse todo lo que active el pensamiento racional en la mujer de parto: hablarle sin necesidad, darle órdenes o interrumpirle en su “viaje interior”. También interfieren las luces, los ruidos, el frío, la prohibición de comer, la incomodidad de tener que mantener una postura determinada o estar en un lugar poco apropiado, como es el paritorio. Las condiciones necesarias para un parto fluido no difieren mucho de las condiciones idóneas para dormirse: intimidad, penumbra, silencio… todo lo que permita a la mujer ensimismarse. Dice Sheila Kitzinger que “el lugar ideal para dar a luz es el mismo que para hacer el amor”.
Libertad de expresión.
La represión de la expresión de dolor durante el parto tiene la consecuencia de reprimir la evolución del parto mismo. Beatrijs Smoulders, comadrona holandesa, afirma en su libro “Parto Seguro” (Editorial Médici), “Hace años, de una parturienta se esperaba que fuera fuerte y no dijera ni pío al dar a luz. En estos casos, el personal sanitario del hospital podía afirmar: “¡Qué bien lo hace la señora!”. Mientras que la comadrona de hoy en día más bien pensaría: “¡Suelte un berrido de una vez, señora, y así como mínimo pasará algo”. Sumergirse y aceptar el dolor es condición necesaria para la producción de endorfinas, “opiáceos” internos que amortiguan y modifican la percepción del dolor.
Libertad de movimientos y postura para el expulsivo.
La posición tumbada para dilatar (enganchada al gotero y al monitor) y el potro obstétrico para el expulsivo pasarán a la historia como uno de los mayores y persistentes errores de la obstetricia.
Numerosos estudios demuestran que la posición vertical favorece el parto y la horizontal lo entorpece. En horizontal, el canal del parto se alarga y estrecha y el coxis se dirige hacia lo alto, convirtiéndose en una vía de paso más angosta para el bebé, y además cuesta arriba. En posición vertical la vagina se amplía y acorta, pero además la presión de la cabeza del bebé sobre el cuello del útero ejerce un efecto hormonal que estimula la producción interna de oxitocina, y por tanto la dilatación. La posición vertical acorta y amplía el canal del parto, permite que las articulaciones de la cadera se abran más para dar paso al bebé, facilita sus movimientos de rotación y permite que la fuerza de la gravedad le ayude en su descenso. Episiotomía y fórceps son procedimientos técnicos que sustituyen la fisiología de la mujer y la gravedad con evidentes y penosos efectos secundarios para la madre y el bebé
La mujer debe tener la libertad de dilatar y parir en la postura que más le convenga: en cuclillas, sentada en el taburete obstétrico, a cuatro patas, de lado, colgada de alguien, de pié… El instinto indica en todo momento cual es la postura idónea mediante un lenguaje infalible: la más cómoda es también la más fisiológica.
Asistencia profesional respetuosa.
Siendo la fisiología del parto tan sensible al entorno, el papel del profesional asistente es estar disponible en un discreto segundo plano, sin interferir, confiando en los recursos de la mujer para dar a luz, y aplicar los procedimientos obstétricos únicamente si hacen falta. El protagonismo del parto corresponde a la mujer.
Procedimientos naturales de abordar el dolor.
La producción de endorfinas se favorece cuidando al máximo las condiciones en que transcurre el parto y evitando todo lo que pueda producir estrés. Actualmente la tendencia es a recurrir a formas inocuas y agradables de amortiguar el dolor: cambiar de postura, baño de agua caliente, masaje en la zona lumbar, masaje de pies, sentarse en pelota de goma …
Intimidad y tiempo para recibir y acoger al bebé.
El momento del nacimiento es un momento especial, mágico, en el que el estado hormonal propio del parto natural crea las condiciones para que produzca el vínculo madre-hijo, un vínculo que tiene consecuencias duraderas sobre esa relación, sobre la confianza de la mujer en su capacidad para amar y criar a su hijo, sobre el desarrollo emocional del bebé. El vínculo que el bebé crea con su madre es el troquel, la base de su capacidad para crear vínculos posteriores. Por ello el nacimiento medicalizado tiene consecuencias no sólo físicas, sino psicológicas y sociales. Madres y bebés deben estar juntos tras el nacimiento, y en todo momento, y no se justifica que un recién nacido sano sea apartado de su madre. Incluso los prematuros progresan mejor con el “método canguro” que con la incubadora, o al menos con un sistema mixto. La OMS recomienda iniciar la lactancia antes de abandonar la sala de partos.
Cordón umbilical:
El respeto por la fisiología del parto implica reconocer la función del cordón umbilical, que continúa latiendo y suministrando sangre oxigenada al bebé durante varios minutos tras el nacimiento. La naturaleza no hace nada que no sea necesario, y esos minutos son el tiempo que el recién nacido necesita para comenzar a utilizar sus pulmones sin angustia ni riesgo de privación de oxígeno. El recién nacido tiene el derecho de disponer de esos minutos y de esa sangre, y con mayor motivo si ha tenido sufrimiento fetal, ya que al iniciar la respiración la sangre acude a los pulmones en detrimento del cerebro. Pinzar el cordón inmediatamente tras el nacimiento es una práctica que, a la luz de la evidencia científica, debería haber sido abandonada.
Contrariamente a lo que se piensa, parto natural no es volver al pasado, sino recuperar la capacidad y la confianza en la propia naturaleza y rendirse ante ella. Tampoco es renunciar a la tecnología, sino adjudicarle el lugar que le corresponde: las complicaciones, los casos de riesgo. Y es que las prácticas de rutina en el paritorio no son buenas ni malas, son oportunas o inoportunas. Y cuando se imponen de forma sistemática e indiscriminada a mujeres que no las necesitan son inoportunas. La evidencia científica demuestra que el parto natural no sólo es más digno para la mujer, es también el más seguro. Por ese motivo, la Organización Mundial de la Salud recomienda una calidad de atención basada en el protagonismo de la mujer y en su fisiología, y el mínimo grado de medicalización posible.
Isabel F. del Castillo
Autora de "La Revolución del Nacimiento". Ed. Granica 2006
jueves, 6 de marzo de 2008
El parto horizontal, cuestión de poder: Escárcega
El parto vertical va de acuerdo a la naturaleza.
El rostro se le ilumina, sus ojos brillan al platicar cómo fueron sus embarazos y sus partos. Verónica Herrera le da gracias a la vida al haber parido "como las diosas" “y como lo deberíamos hacer todas las mujeres: verticalmente”. Se preparó para el momento y llegó con un médico que le respetó su derecho de elegir cómo tener a sus hijas (aunque la segunda nació en la camioneta afuera del hospital), las tuvo sin necesidad de anestesia mucho menos de episiotomía (1). Él no le gritó ´!cállate y puja!´, como le hicieron a María de Jesús.
Historias hay muchas y con diferente final; algunas hablan de lo bien que les fue en el Sector Salud, otras del mal trato que recibieron. Silvia Espinosa es una de ellas: “como no grité y me aguantaba los dolores, los doctores y enfermeras me trataron muy bien, pero a la señora que estaba a mi lado no: la callaban, le decían que mejor pujara, que guardara sus energías”.
Hay de todo. No obstante, para tener un embarazo y parto como uno desea es necesario contar con información (y con recursos económicos en el caso de clínicas privadas), para decidir cuál es el más adecuado. Los costos van desde mil hasta 60 mil pesos siempre y cuando no existan complicaciones y se goce de buena salud. En las instituciones públicas no se podría llevar a cabo un parto vertical debido a gran la demanda y a problemas de infraestructura. En ellas, como en la mayoría de las clínicas privadas, el parto sigue siendo “cuestión” de los obstetras, no de las mujeres.
Entre las versiones que existen del por qué la mujer empezó a parir acostada, se encuentra la de que fue decisión del médico francés Mauriceau, en el siglo XVII. Hasta antes de ese momento, los partos se habían realizado en distintas variantes de posición vertical como lo muestran grabados y esculturas de diversas civilizaciones (2)
Se han inventado diversos métodos para “apoyar” al parto, como los fórceps, la anestesia general primero y luego la epidural (bloqueo de la cintura hacia abajo) que favoreció más el uso de la posición horizontal pues una mujer anestesiada tiene poca movilidad en sus piernas. Después hizo su aparición la episiotomía, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se utiliza en un 90 por ciento de los nacimientos, cuando la recomendación internacional es sólo para el cinco por ciento.
Poco a poco el parir dejó de ser un evento natural y se fue medicalizando y entrando a los hospitales. Las mujeres ya no paren, “se alivian”. A mediados del siglo pasado, las experiencias del médico uruguayo Caldeyro Barcia mostraron que el caminar durante el período de la dilatación mejoraba la calidad de las contracciones, así como acortaba la duración del trabajo de parto, haciendo también más tolerable el dolor.
Para los especialistas del grupo Magni (cuerpo sano en totonaca) Gineco-obstetras, “En los últimos 20 años ha habido un cambio muy importante en la medicina basada en la evidencia, cuando se aplica a la mujer embarazada nos damos cuenta que en realidad hacemos muchas cosas que no tienen sustento científico real, que se han hecho procedimientos basados nada más en comentarios y en la experiencia”.
Ante la evidencia científica de las bondades del parto vertical algunos doctores lo están poniendo en práctica en nuestro país, a pesar de que son objeto de burla por parte de sus colegas. Por ejemplo al doctor Hugo Escárcega le dicen: “sigues atendiendo partos como los aztecas, cuándo vas a traer el temascal”. Explica: “la verticalidad es una situación que va de acuerdo a la naturaleza, el hecho de parir es una función fisiológica que tienen las mujeres. Estamos regresando a que la mujer procure parir lo más cómoda posible”.
Angélica Chávez Valenzuela, presidenta de la Asociación Nacional de Instructoras de Psicoprofilaxis Perinatal (ANIPP), asegura: a la hora de parir “ninguna mujer en su sano juicio se acuesta”. En un parto vertical, sentada, en una tina de agua, acuclillada, parada, colgada a veces del cuello del marido, la mujer se relaja. Si está acuclillada los diámetros de la pelvis se amplían, es más fácil empujar al bebé, es mucho más fisiológico, mucho más natural, más sencillo, la fuerza de gravedad ayuda.
De acuerdo con el ginecólogo Escárcega, la horizontalidad es una cuestión de poder: “tú cállate, acuéstate y pújale”. “Es como si le pidiéramos a uno de estos médicos o médicas que hiciera lo mismo para evacuar”.
Señala que desafortunadamente son pocos los médicos que aceptan que la mujer tome una participación activa en el momento de su parto, “todos quieren tener el control y eso es un grave error, somos proveedores de salud, de cuidado, esto implica estar al pendiente de las necesidades médicas, anímicas y psíquicas de la mujer que va a parir”
En México se dan los extremos; de la mujer que pare en su casa sin la mínima higiene y asepsia posible, a la pulcritud total y absoluta que quieren tener en los hospitales.
Los especialistas de Magni explican: “durante muchos años los médicos hemos querido tener el control porque eso nos da seguridad, cuando en realidad la que tiene el control es la embarazada. La OMS y la Norma Oficial Mexicana de Atención del Embarazo, Parto y Puerperio, señalan que la mujer debe tener a sus hijos en la posición que ella escoja, de manera libre, no es necesario que ella esté acostada, que tengamos que colocarle una venoclisis para pasarle líquidos ni ponerle un enema evacuante, no es necesario afeitarla, no es necesaria la episiotomía, todos estos procedimientos hay que tratar de evitarlos como rutina”.
Para la integrante del grupo Ticime (partera en náhuatl), Laura Cao-Romero Alcalá “quien verdaderamente sabe de su cuerpo, de lo que está sintiendo es la mujer, el bebé también sabe mucho aunque no hable. Los médicos que le dan el tiempo a las mujeres durante su parto, que respetan su derecho a parir se han sensibilizado y están proponiendo un cambio”. Los especialistas de Magni, aseguran que existe poca información, “la mujer embarazada desconoce sus derechos, por lo tanto no los exige, el día que las mujeres se pongan en huelga y digan yo quiero tener un parto normal, que no me estén tocando, que no me hagan episiotomía de rutina, otra historia será”.
Beneficios del parto natural
Los médicos que están a favor de estas formas de parto mandan a las parejas a tomar cursos de parto psicoprofiláctico con el fin de que conozcan lo que es un embarazo normal, las diferentes etapas del trabajo de parto, las opciones que tienen para el nacimiento, las técnicas para el manejo del dolor, de relajación, de masajes. Una de tantas variantes del manejo del dolor es la inmersión en agua, la paciente puede estar en trabajo de parto dentro de una tina, un jacuzzi con agua caliente, donde se va relajar y va a tolerar las contracciones y puede decidir que nazca el bebé dentro o fuera del agua.
Los cursos de psicoprofilaxis están abiertos a cualquier mujer, asegura Angélica Chávez, y los hay en toda la república, en algunas clínicas del ISSSTE y del Seguro Social, no en todas, porque algunas socias de ANNIP los dan en esas instituciones de manera voluntaria.
Monique Jolissaint y María del Carmen Bellot, Doulas (palabra griega que significa acompañante de la mujer en el parto) e instructoras de psicoprofilaxis de la Clínica María José, coinciden en señalar los beneficios del parto natural: el bebé tiene la estimulación necesaria para nacer alerta, la mamá se puede hacer cargo de las necesidades del bebé, el nacimiento como la naturaleza lo ha previsto no es agresivo. “Todas las mujeres deberían tener la suerte de parir naturalmente, no es una opción entre tantas, es la forma en que los seres humanos deben nacer, pero si hay un evento inesperado es cuando son muy útiles y necesarias las cesáreas”. Los cursos psicoprofilácticos, que tienen un costo entre dos mil quinientos y tres mil quinientos pesos (algunos son gratis como el de la clínica No. 28 del IMSS), se empiezan a tomar al quinto mes.
Nadine Gasman, directora general de la organización no gubernamental Ipas-México, afirma que el parto horizontal es cómodo para los médicos porque se tiene una vista privilegiada del proceso del parto. Angélica Chávez de la ANNIP se cuestiona “para qué quieren tanta observación en un parto natural, si su función es observar el proceso que es completamente fisiológico, la mujer y el bebé pueden solos”.
Según algunas de las entrevistadas el lugar más amigable para los partos es el Hospital Médico Militar; Triple Jornada trató de platicar con algún médico o médica de ese nosocomio, hasta el cierre de esta edición no habíamos tenido respuesta.
Dar a luz en forma vertical para Ana Laura Treviño, fue “maravilloso” según sus palabras. Ella parió a su segunda hija en su casa, con una partera, cuando vivía en Estados Unidos. Lo que más la sorprendió fue que la partera le dijo que ella venía a Oaxaca a platicar con mujeres que se dedicaban a la partería y de las cuales aprendía mucho. Una vez establecida en México, apoya a mujeres embarazadas a través de la expresión artística en su taller El arte de dar a luz, en la ciudad de Querétaro.
Epidemia de cesáreas
Para Mayté, la experiencia de parir fue traumante, después de dos cesáreas siente que el médico particular que la atendió le “robó” sus partos. Le da envidia escuchar a Verónica, porque a pesar de tener dos hijos no supo lo que era parir por vía vaginal. Ahora se quedará con la duda: ¿Era necesaria la cirugía? ¿En realidad estaba sufriendo el bebé? ¿Sería cierto que no bajaba su segundo hijo?
Al igual que en el resto del mundo, las cesáreas han aumentado significativamente en México. En el sector privado se agudiza el problema pues se practican hasta en un 80 por ciento, dice el obstetra Escárcega. La OMS sugiere que el porcentaje de cesáreas sea entre el 15 y el 20 por ciento como máximo. En nuestro país el promedio de nacimientos quirúrgicos es dos veces mayor al recomendado, pues las cifras oficiales muestran que solamente el Programa IMSS-Oportunidades mantiene la tasa de cesáreas en el límite de 15 por ciento desde 1991. En el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y los hospitales privados, más de 60 nacimientos de cada 100 se atienden de forma quirúrgica (3).
miércoles, 27 de junio de 2007
INDICACIONES DEL MASAJE PERINEAL
I Lávese bien las manos, limpiándose las uñas y recortándolas.
II Elija una zona de la casa donde se encuentre cómoda y ayudada de un espejo, dedique unos minutos a familiarizarse con el periné (utilice un espejo que se pueda apoyar en el suelo para poder tener las manos libres).
III Busque una posición semisentada o en cuclillas, apoyada en una pared o en cualquier otra posición en la que se encuentre cómoda.
IV Puede colocarse compresas calientes en el periné o tomar un baño de asiento caliente durante 10 minutos para relajar la zona.
V Si es un automasaje, es más fácil usar el pulgar; si es su pareja quien lo da, que utilice el índice y el corazón.
VI Para lubricar sus dedos o los de su pareja puede utilizar aceite de oliva, aceite de germen de trigo, aceite para masajes o un lubricante acuoso. No utilice aceites derivados del petróleo, minerales ni aceites para niños. Lo ideal es que el aceite esté templado, sin que queme. Coloque, también, aceite o lubricante en su vagina y en el periné.
VII Coloque los dedos dentro de la vagina 3-4 cm. y separe las piernas. Empuje la zona del periné hacia abajo, hacia el recto y hacia los lados de la vagina con un masaje firme pero con delicadeza, estirando la zona hasta que sienta una leve sensación de quemazón o escozor. Mantenga la presión forzada sobre la orquilla del periné con los dedos durante 2 minutos o hasta que moleste.
VIII Ahora coja esta zona entre el dedo pulgar y los dedos opuestos, y realice un movimiento de vaivén. Este movimiento estira el tejido de la vagina, los músculos que la circundan y la piel del periné. Realice este masaje durante 3-4 minutos.
IX Coja la parte inferior de la vagina entre los dedos y estire. Esto ayuda a imaginar cómo será la sensación de la presión de la cabeza del bebé sobre la zona, ayudando a relajarla.
X Durante el masaje no presione la apertura de la uretra para evitar una posible infección urinaria.
Este masaje debe realizarse una vez al día durante 10 minutos. Después de una semana empezará a notar los resultados sobre el periné y la vagina, aumentando su flexibilidad y estiramiento.
Nota: Debemos tener en cuenta que el masaje perineal durante el embarazo debe de formar parte de un plan para el parto. Debemos elegir una posición para el parto que reduzca la presión sobre el periné, y la distribuya por igual (en cuclillas, sentada, en silla de parto, de lado). Recuerda que la peor posición es tumbada sobre la espalda o semisentada; en esta posición es muy difícil evitar un desgarro o episiotomía.
BIBLIOGRAFÍA
1.- Mynaugh, P.A.: A radomized study of two methods of teaching perineal massage: effects on practice rates, episiotomy rates, and lacerations. Birth, vol 18, nº3, September 1991,pp 153-159.
2.- Simkin, P.; Whalley, J. y Deephaven, K.: Pregancy, Childbirth and the newborn: A Complete Guide for Expectant Parents, Meadowbrook Book, 1984.
3.- Kitzinger, S. y Simkin, P.: Episiotomy and the second stage for Labor. International Childbirth Educatión Association, Inc. Pennypress, Inc.1990.
William, M.D.; Sears, M. y Sears, R.N: The Birth Book : Everything You Need to Know to Have a Safe and Satisfying Birth by. Little Brown & Co (Pap).(February 1994).
viernes, 22 de junio de 2007
Guía para la labor de Parto -
1.- Antes del trabajo de parto puede haber:
1.1 Salida del tapón mucoso, que como su nombre lo indica, es un flujo espeso que puede ser parecido a la nata o estar ligeramente coloreado de sangre roja o café. Puede ser señal de que el parto está próximo (2 o 3 semanas antes).
Puede ser expulsado después de que el médico haya realizado un tacto vaginal, sobre todo si este molestó, ya que indica que estimuló el cuello uterino o incluso que trató de despegar las membranas. Este tipo de maniobras provoca contracciones y sangramiento ese día y hasta 3 o 4 días posteriores.
1.2 Contracciones que llegan a ser rítmicas y pueden durar hasta 1 minuto, a veces son molestas, pero NO van aumentando de intensidad, también puede haber muchas contracciones cortitas muy separadas unas de otras, es el pródromo o ensayo que hace el útero para preparar al bebé. Es buenísimo tenerlas y no hay que hacerles mucho caso, sirven para practicar, maduran y reblandecen el cuello uterino. NO llamen al médico y menos vayan al hospital, si tienen dudas llamen a la instructora/doula. Hagan su vida normal, descansen, tomen suficientes líquidos, coman, hagan el amor y sobre todo, disfruten los últimos días de su embarazo.
2.- Inicio del trabajo de parto:
2.1 Ruptura de membranas: Es la salida de parte del líquido amniótico, puede o no haber contracciones. Deben conocer desde antes el criterio de su médico para saber si deben irse de inmediato al hospital para que les realicen una inducción o si pueden esperar algunas horas para que empiece espontáneamente el trabajo de parto. Te deben hacer la menor cantidad de tactos posibles. Observen el color, olor y anoten la hora exacta en que se inició la pérdida de líquido, para darle esta información a tu médico cuando te comuniques con él.
2.2 Contracciones uterinas: Recuerda el DIF; duración, intensidad y frecuencia.
3 contracciones en 10 minutos
Y si la contracción dura un minuto, puede ser que ya sea trabajo de parto, contáctense con el médico o la instructora o doula y de acuerdo a lo conversado, prepárense para irse al hospital dentro de las siguientes horas.
3.- Manejo de trabajo de parto en el hogar
Toma líquidos y come, busca la posición que más te acomode, ten actividad moderada, ve practicándola relajación y las técnicas que aprendiste para ver con cual te sientes mejor. Métete a la regadera, no le hables a todo mundo y NO te vayas al hospital antes de tiempo. Maridos, si están nerviosos llamen a la instructora para que hagan un plan de acción. Tomen el tiempo de las contracciones, ayúdenlas a relajarse, denles un masaje si lo necesitan, preparen los sándwiches, recuérdenles que deben orinar por lo menos cada hora y vean que estén cómodas y tranquilas. Un buen parto se define muchas veces en la casa.
4.- Traslado al hospital
Maridos; deben irse sin prisas que los tensen, evitar frenar bruscamente o cruzar topes cuando ella esté teniendo una contracción. Tengan varias rutas pensadas y antes de irse al hospital háblenle a su instructora/doula para que llegue o se vaya con ustedes. Pueden hacer una hoja en la computadora con letra grande que diga “ VAMOS EN TRABAJO DE PARTO” para pegarla en las ventanillas laterales y posterior del coche en que vayan al hospital.
5.- Llegada al hospital y a la sala de labor
Dependiendo del hospital, te pasarán a una sala de exploración en donde el residente o tu médico harán un tacto vaginal, escuchará al bebé, te monitorizarán y evaluarán las condiciones en que llegas. Tu esposo puede estar contigo. No te asustes por nada, recuerda que la que sabe lo que está sintiendo y la que sabe qué hacer, eres tú. Si existe un LER (Sala de Labor, Expulsivo y Recuperación) pide que te pasen a él cuanto antes para que no te la ganen y ponte cómoda, prueba posiciones para encontrar la que para ti resulte más agradable. Disfruta el trabajo que haces. Evita estar acostada boca arriba, así molesta más y puede ocasionar sufrimiento fetal.
Maridos; Si está tu instructora/doula harás equipo con ella atendiendo las necesidades de tu esposa y las tuyas. Hay que ver que vaya a orinar cada hora, que cambie de posición, que tome líquidos y mantenga una actitud positiva.
Recordar que el período de transición, después de los 7 cms., requiere de concentración y apoyo, ya que fácilmente la mujer se desespera y se olvida de las técnicas, un baño caliente ayuda, y el que el espose valore el trabajo tan maravilloso que está haciendo y se lo diga. La instructora/dobla estará dándoles tips continuamente para el manejo de todo el trabajo de parto y estará e comunicación con el médico. Cada uno tiene su rol apoyando a la futura madre.
6.- Período Expulsivo
Cuando se llega a dilatación completa puede tardar todavía en aparecer el deseo de empujar, paciencia, ya vendrá, con los primeros esfuerzos para empujar a tu bebé hacia fuera quizá no sientas que lo haces bien, ten confianza, tu bebé y tu cuerpo saben hacerlo, en la medida en que te concentres en ti misma lo harás muy bien. Relájate todo lo que te sea posible, trata de empujar sentada en el agua si así lo planeaste, disfrútalo y recuerda que es un período corto y que no vuelve. Llega a ser decepcionantemente rápido. Si tu médico no hace episiotomía por rutina, de todas formas revisará si hubo algún pequeño desgarro que a veces no necesita sutura después del nacimiento y alumbramiento.
El bebé al nacer debe estar en contacto con su madre, tener contacto de su piel desnuda con la de ella, hacer contacto visual y ser puesto al pecho para que reciba los beneficios del calostro. Papá puede cortar el cordón si lo habló con el médico antes, puede acariciar a su hijo y a su mujer y disfrutar los tres del nacimiento de su familia.
martes, 19 de junio de 2007
Cursos de Preparación para el Parto o de Psicoprofilaxis
Estos cursos se dividen en tres grandes áreas: Teórica, física y relajación; en donde se enseñan contenidos actualizados acerca de embarazo, parto y post parto, ejercicios de fisioterapia para embarazadas y distintas técnicas de relajación y algunos otros métodos de manejo de dolor, que pueden ser utilizados durante el trabajo de parto y el parto.
Aunque estos cursos están orientados a que se produzca un mayor número de partos naturales, no desconocen en absoluto los beneficios que genera el uso de procedimientos médicos como la cesárea, el bloqueo peridural y otros, siempre que sean utilizados racionalmente y cuando sean en verdad necesarios y no como una forma de acelerar los tiempos del parto por simple conveniencia.
Se recomienda iniciar estos cursos entre el quinto o sexto mes de embarazo.